El Profesor Mauricio Xandró nos ha dejado.
Conocí la triste noticia ayer domingo, cuando estaba en el I Congreso Nacional de Formación y Orientación Laboral, en Valencia.
Recuerdo cuando conocí a Mauricio Xandró en la Sociedad Española de Grafología. Siempre tuve la inquietud de estudiar la letra, pero lo retrasé durante muchos años. Por fín, me decidí y, como no tenía mucho conocimiento de esta disciplina, decidí acercarme a la institución más prestigiosa en esta ciencia en España: la Sociedad Española de Grafología. Allí le conocí, delgado, pelo y barba blanca, serio, casi solemne, pero enseguida afable, cercano, simpático, guasón y hasta cómplice.
No era persona de muchas palabras, pero si de grandes verdades. De una gran perspicacia e intuición y un trabajador incansable.
Sus clases eran amenas, distendidas y siempre interesantes.
Compaginaba la ciencia, su amor a la grafología y su experiencia de tal forma que te enseñaba sin esfuerzo y te contagiaba con cercanía.
Maestro de maestros, grafólogo innovador, compañero y amigo. Nos dejas tu legado, tu amor a la grafología y todos aquellos valores que nos has transmitido a lo largo de tu vida.
A tu familia, mi más entrañable abrazo.
Siempre te llevaré en un lugar destacado de mi corazón.
Conocí la triste noticia ayer domingo, cuando estaba en el I Congreso Nacional de Formación y Orientación Laboral, en Valencia.
Recuerdo cuando conocí a Mauricio Xandró en la Sociedad Española de Grafología. Siempre tuve la inquietud de estudiar la letra, pero lo retrasé durante muchos años. Por fín, me decidí y, como no tenía mucho conocimiento de esta disciplina, decidí acercarme a la institución más prestigiosa en esta ciencia en España: la Sociedad Española de Grafología. Allí le conocí, delgado, pelo y barba blanca, serio, casi solemne, pero enseguida afable, cercano, simpático, guasón y hasta cómplice.
No era persona de muchas palabras, pero si de grandes verdades. De una gran perspicacia e intuición y un trabajador incansable.
Sus clases eran amenas, distendidas y siempre interesantes.
Compaginaba la ciencia, su amor a la grafología y su experiencia de tal forma que te enseñaba sin esfuerzo y te contagiaba con cercanía.
Maestro de maestros, grafólogo innovador, compañero y amigo. Nos dejas tu legado, tu amor a la grafología y todos aquellos valores que nos has transmitido a lo largo de tu vida.
A tu familia, mi más entrañable abrazo.
Siempre te llevaré en un lugar destacado de mi corazón.
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