CARLOS RAMOS GASCÓN Y LA GRAFOTERPIA EN EL ÁMBITO EDUCATIVO

Mi amigo y también maestro, el Psicólogo y Grafólogo Carlos Ramos Gascón, me ha hecho el honor de escribir una palabras sobre el tema de la grafología y la grafoterapia en la educación. En un principio iba a ser un comentario a mi entrada "Escribir para comunicarnos" sobre el PLC. Más tarde pensé que sería bueno añadirla a esta misma entrada. Pero cuando terminé de leer el texto, pensé que merecía una entrada para ese comentario, y aquí está:

"La grafoterapia es un medio excelente medio para el mejoramiento personal. En el contexto escolar, la grafoterapia brinda una eficaz herramienta para diversos problemas que se presentan en el área psicopedagógica: no solamente en el campo de las disgrafías, sino también en la prevención y tratamiento de base del retraso escolar, en muchas de sus manifestaciones. Como sabemos, el retraso en el aprendizaje de la escritura y la aparición posterior de disgrafías, suele ser el anuncio de retrasos escolares posteriores.
Como se explica acertadamente en el blog, la mano es la prolongación del cerebro (*). En mi opinión, la escritura manuscrita es la materialización del pensamiento. Existe una sólida documentación sobre las relaciones entre cerebro, mano y escritura. Una excelente obra es la de Serratrice, G. y Habib, M.: Escritura y cerebro: mecanismos neurofisiológicos (Ed. Masson).
Quisiera señalar, en relación con la escritura y la grafoterapia, la importancia que tienen la motricidad fina y la grafomotricidad. Ambas constituyen la levadura de la escritura manuscrita. En muchas ocasiones en que el niño presenta un retraso en el aprendizaje de la escritura y su frecuente consecuencia, la disgrafía (que puede prolongarse a lo largo de toda la vida si no se trata adecuadamente), la clave está en que no se ha trabajado previamente su motricidad fina, ni  se le ha proporcionado una buena base grafomotriz, por las circunstancias que sean.
Recuerdo, por ejemplo, el caso de un niño con una grave disgrafía. Indagando sus antecedentes, resultó que precisamente en el momento que empezaba su aprendizaje de la escritura, la familia tuvo que cambiar de lugar de residencia y, lógicamente de colegio, interrumpiendo su proceso y, probablemente, variando el método pedagógico. En otros casos, es probable que se haya producido alguna deficiencia en la metodología de enseñanza. En otros, hay que reconocerlo, las dificultades infantiles en la escritura pueden ser un síntoma de problemas familiares, incluso de alguna disfunción neurológica no detectada. Y no olvidemos la posibilidad de problemas de lateralización.
Asimismo, en algunos casos, determinadas alteraciones infantiles en el grafismo (por ejemplo: una niña que escribía con fluidez, y a partir de los 9 años su escritura se vuelve trabajosa, torpe...) puede alertar de que está sufriendo abusos sexuales, mobbing, etc.
En mi opinión, es importante que el niño, sin ser presionado por un aprendizaje acelerado, desarrolle con tranquilidad y de forma lúdica (nunca bajo presión) una buena base grafomotriz... aún cuando esto signifique que su aprendizaje de la escritura comience un poco después. Hay que comprender que cada niño tiene su propio ritmo de desarrollo y es de crucial importancia respetarlo, sobre todo en el tema que estamos comentando. Según mis observaciones, las niñas suelen ser algo más precoces y habiles que los niños en cuanto al desarrollo de la motricidad fina, de la grafomotricidad y aprendizaje de la escritura.
Sinceramente, hace bastante tiempo que me encuentro desconectado del medio escolar, en el que estuve trabajando unos doce años como psicólogo de un equipo psicopedagógico. Pero las noticias que me llegan es que actualmente, debido a la influencia de las nuevas tecnologías, está retrocediendo la práctica de la escritura manuscrita. De ser así, lo considero un grave error, porque el parendizaje y práctica continuada de la escritura es un medio esencial para el desarrollo del cerebro infantil. La Humanidad viene practicando la escritura manuscrita desde hace miles de años, hasta el punto de que casi podríamos decir que la llevamos inscrita en los genes. Escribir a mano, en mi opinión, es una actividad que el cerebro agradece. Viene a ser uno de los mejores ejercicios para una gimnasia cerebral.
En el caso concreto de la grafoterapia, para el niño puede ser una bendición. Más allá de las disgrafías, es decir incluso en el caso de un niño que ya escribe con normalidad, el grafólogo puede detectar toda una diversidad de problemas emocionales que pueden superarse, o al menos mejorar, con un adecuado tratamiento grafoterapéutico: problemas de concentración y de memoria, problemas de autocontrol, timidez, determinadas dificultades de comunicación, etc.
Quiero subrayar la gran utilidad que la grafoterapia tiene también en la edad adulta y en la eufemísticamente llamada tercera edad. Yo la utilizo frecuentemente en mi consulta, como técnica coadyuvante, incluso en algunos casos, como técnica principal.
Sucede que se ha creído ingenuamente que la grafoterapia "es cosa para niños". Un error. Por otro lado, es cierto que se han hecho muchas afirmaciones irresponsables y absurdas, como que la grafoterapia podía curar enfermedades como el vitíligo o el cancer. Esto no es serio.
Pero es cierto que en la terapia con personas adultas, la grafoterapia es una magnífica palanca para mejorar problemas de relación como la timidez (y en algunos casos, también ayuda en la fobia social), incluso en el tratamiento de disfunciones sexuales. Por cierto, siempre que empleo la grafoterapia con personas adultas, lo hago en combinación con ejercicios de grafomotricidad. Si ya con personas mayores da excelentes resultados, podemos ahora comprender con más fuerza la importancia que la grafomotricidad tiene para los niños.
Asimismo, sería una interesante contribución para el tratamiento de determinados problemas neurológicos.
Realmente, no hace falta recurrir a la grafoterapia para el tratamiento de un problema: Quiero transmitir la importancia, el valor que tiene la grafoterapia en sí misma, en combinación con la grafomotricidad. Deberíamos practicar ambas todos nosotros y a diario. Viene a ser un masaje cerebral, o como me dijo un amigo, muy gracioso, "...esto parece un footing de la mente". Quienes la practiquen con asiduidad, notará, que mejoran su capacidad de concentración, diversos aspectos de su memoria y la agilidad de los procesos mentales. Pueden notar, asimismo, que mejora su aplomo, su facilidad de palabra -en buena parte, escribimos como hablamos- y capacidad de relación con los demás. Al explicar esto, recuerdo una ocasión  que una joven que se negaba a que su novio hiciera grafoterapia, "...no le vaya a aumentar su capacidad de ligue..."  "Nunca se sabe", tuve que rconocer.
Finalmente, quisiera creer que en esta contribución al blog de mi amigo Epifanio Quirós he logrado transmitir las excelencias de la grafoterapia, dentro de unos términos realistas, como un eficiente medio de maduración y desarrollo personal, a lo largo de toda nuestra vida" Carlos Ramos Gascón, 15 de junio de 2011.

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